Cómo quitar el pañal aprovechando el verano

El verano es una estación ideal para quitar el pañal a los más pequeños y ayudarles en este paso para ser cada día un poquito más independientes. Es la época en la que menos ropa llevamos, y por tanto, la más cómoda. Si el niño tiene un escape le podemos cambiar con más facilidad que en invierno. Además, es la etapa previa al inicio del colegio.

No todos los niños están listos a la misma edad, cada niño es único, aunque suele ser entre los dos y tres años. Si observamos que no moja el pañal demasiado, que nos dice que tiene sucio el culito o no quiere tenerlo puesto, pueden ser señales que nos indiquen que es el momento.

Es importante realizarlo sin prisas y sin agobios, cada niño tiene su ritmo y puede llevar entre mes o mes y medio, incluso más tiempo. Si va a haber un cambio importante en la familia como el nacimiento de un hermano o cambio de vivienda, no sería un momento adecuado para quitarlo, ya que el niño estaría expuesto a más estrés del habitual.

Hay algunos consejos que nos pueden ayudar:

  • Los niños aprenden por imitación, por lo que, que nos acompañen al baño puede ser una buena idea para que vean lo que hacen papá y mamá y que ellos también pueden hacerlo. En esta edad los niños aprenden a través de los juegos, inventar uno divertido sería una idea estupenda.
  • Hablar con ellos y explicarles que lo tienen que dejar para ser mayores (es un refuerzo positivo, ya que les encanta “hacer cosas de mayores”).
  • Si consiguen hacer pis, es importante elogiar lo conseguido y si no lo hacen no darle importancia.
  • No castigar, ni poner malas caras.
  • Los primeros días podemos usar bragas pañal, que son fáciles de subir y bajar y lo pueden hacer ellos solitos y a medida que lo hagan irlas quitando.
  • Dejar el pañal de la siesta y el nocturno (son más difíciles de quitar) y ponerles a hacer pis nada más levantarse. Ellos lo irán asociando y no se lo harán mientras duermen.
  • Se puede comprar un orinal o reductor de WC, así ellos estarán más cómodos al ser de un tamaño pequeño. Además, si se lo ponemos cerca pueden ir ellos solitos.
  • Marcar unas horas para ponerlo en el WC y establecer una rutina.
  • Preguntarle cada 20 o 30 minutos que si quiere ir.
  • No es necesario dejarlos demasiado tiempo, si tienen ganas lo harán enseguida.

Si aun así no lo hacen solitos y siguen teniendo pérdidas, es mejor parar el proceso e intentarlo más adelante, siempre reforzando lo conseguido. Ya se sabe que con los peques se necesita mucha paciencia.

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